jueces corruptos

La realidad nos ha dejado bien claro en demasiadas ocasiones que los jueces están politizados y por varias razones. A veces por decisión personal para trepar en el escalafón judicial y otras veces son presionados para que se politicen. Así el gobierno de turno ejerce todo tipo de medidas de presión para conseguir las sentencias que ellos desean en los casos tocantes a sus políticos y o grupos de poder.

Dentro de esa presión también está el soborno. Intentan comprar a los jueces. Paralelamente son tan hipócritas que predican la imparcialidad de los jueces y de la justicia de nuestro país.

Es curioso cómo los jueces proclives a la corrupción no paran de quejarse y decir que ellos no tienen la culpa de que la ley esté así. Pero cómo se puede ser tan cínico, si algunos parece que compiten a ver quién da la sentencia más surrealista, la que insulte más a la inteligencia humana.

Cierto es que el poder legislativo, al estar en manos de chorizos políticos, implica la creación de multitud de leyes con puerta trasera, que solo contribuyen a salvar el pellejo a los estafadores poderosos. El “cacao maravillao” legal tiene como objetivo una sobresaturación de leyes que paradójicamente convierten a España en UN PAÍS SIN LEY para los poderosos o para los que no tienen nada que perder.

Las leyes en este país sirven mayormente para ejercer una medida de presión contra la masa social trabajadora y esclavizada por un sistema político parecido a una democracia.

La puerta trasera de las leyes es, a su vez, un recurso digno para mantener la cara limpia de los jueces que las usan para fallar insultantes sentencias judiciales que blanquean a los chorizos poderosos

JUECES IMPARCIALES

Sin embargo, no todos los jueces son iguales, a pesar de las consecuencias que puede acarrear no casarse con la corrupción.

Políticos corruptos son máquinas de crear profesionales corruptos en cualquier sector y a cualquier nivel laboral. Este es el motivo por el que se defenestran a jueces como Elpidio José Silva, o se apartan a jueces como José Castro Aragón o Pablo Ruz o Mercedes Alaya.

Estamos hablando de una situación muy grave. Primero intentan intimidar al juez. Si éste no se amilana, intentan comprarlo ofreciéndole oportunidades salariales y laborales para él y/o familiares. Si aún así tampoco lo consiguen, ponen en marcha la maquinaria mediática al servicio del poder, o sea el 99% de los medios de comunicación. Ahora ya se trata de desprestigiar al juez en cuestión y se procuran una disculpa para apartarlo del caso y a veces de la justicia.

Cómo se podría definir este tipo de actuación. Yo lo llamaría acoso terrorista. Atenta contra cualquiera de los valores en los que se sustenta nuestro vilipendiado Estado de Derecho, a pesar de que los chorizos políticos saquen a relucir la frase tantas veces.

La Justicia Española

Nos hemos ganado una bien merecida fama de país paraíso de los ladrones.

Desde aquí queremos poner el foco de atención en los jueces corruptos, que han optan por  protagonismo haciendo el papel de gilipollas sin darse cuenta que están contribuyendo a que este país sea más feo. Bueno, la verdad es que sí se dan cuenta y esas actuaciones probablemente alimenten su soberbia.

Pero qué ocurre con la Fiscalía Anticorrupción, ya que se parece a Francisco Paesa, el hombre de las mil caras. Y es que la Fiscalía es capaz de encerrar bajo siete llaves las pruebas de corrupción de los casos judiciales que interesa ocultar, vanagloriándose de su condición de confidencialidad. Sin embargo, también es capaz de airear a los 4 vientos las cuestiones de otros casos que le interesa difundir. Por supuesto para estas divulgaciones usa el método de filtraciones a través de los abraza-farolas de turno.

Corrupción Judicial

Este es un llamamiento a los jueces honestos, coherentes y con la cabeza bien amueblada. Ustedes que están en esa posición son los que deben rebelarse contra los impresentables que hacen de la justicia un orinal. Es loable su actuación tratando cada caso como se merece, pero no basta con eso ya que están viendo lo que hacen sus compañeros.

Han de considerar el ministerio al que pertenecen como una compañía. Si muchos de sus empleados son nefastos, estarán contribuyendo a que se hunda dicha compañía. Como todos sabemos, esta compañía, aunque perteneciente al Estado, debería de gozar de independencia y ser 100% imparcial.

Ya nadie confía en la justicia, el crédito social de los jueces se agota. Han de ser ustedes conscientes de la derrota que, de un modo generalizado, está llevando el desempeño de su profesión. Hoy en día se dice que es mejor un mal acuerdo que un buen juicio, ya que el sentir generalizado indica que ir a juicio es como jugar a la lotería y todos sabemos que el azar es muy caprichoso. Esto es debido a que, la justicia se ha convertido en un casino e ir a juicio contra un ladrón poderoso es como apostar contra la banca.

Pero dinos, tú que nos estás leyendo,

¿Crees que algún juez debería de ir a la cárcel? ¿Crees que hay solución para la corrupción judicial?