que es la justicia

Puede parecer ofensivo hablar de corrupción judicial, pero todo acto orientado al enmascaramiento de la verdad para que triunfe la mentira es corrupción. Si el hecho tiene como consecuencia destrozar la vida a un inocente y favorecer a un malnacido, se me antoja otro calificativo. Las sentencias judiciales son a veces tan incomprensibles para los ignorantes en leyes como nosotros, que me pregunto por qué suelen beneficiar al poderoso y perjudicar a la inmensa mayoría. Esto significa que el que tiene dinero para pagar un excelente abogado tal vez sea juzgado con otras leyes, o tal vez los abogados de tercera división no conozcan las buenas leyes, o incluso un mismo abogado no se preocupe igual por su cliente si paga 400 ó 4000 €.

Qué significa JUSTICIA

La ley te exige abogado para que te represente en un juicio y tu futuro dependerá por completo del dinero que tengas para elegirlo. Como los ladrones y estafadores han robado muchísimo, tienen los bolsillos llenos para contratar al mejor abogado. Por grotesco que parezca, tienen muchas posibilidades de seguir en la calle robando y estafando. Sin embargo, tú no te olvides de pagar el pan porque de lo contrario podrías ir a la cárcel.

La ley es tan extensa, etérea y confusa que permite a un juez condenar a Dios al infierno o llevar a Satanás al cielo. Un juez puede hacer lo que le dé la gana sin transgredir la ley. Ésta es tan amplia como difusa y da lugar a miles de interpretaciones dependiendo de los diferentes caminos que se tomen. Teniendo en cuenta que el Congreso está repleto de ladrones, toda ley creada por ellos tendrá siempre una tierra de nadie para que los chorizos políticos y de guante blanco puedan irse de rositas. Así comprobamos que, para un mismo caso, dependiendo del juez que dicte sentencia, los imputados pueden ir a la cárcel o quedar en libertad.

Cuál es el Significado Real de Justicia

JUSTICIA:

palabra que ha de significar equidad, honradez, razón, legalidad, el bien, lo correcto, la verdad. Mediante esta palabra le es reconocido a cada persona, en caso de disputa, lo que le corresponde y las consecuencias de su comportamiento. La realidad es bien diferente, justicia es el brazo que usa el poderoso para oprimir, estafar, esclavizar, inmovilizar y silenciar al pueblo llano.

JUECES: personas que se sacrificaron para sacar adelante una carrera y posteriormente aprobar unas duras oposiciones para, finalmente convertirse en dioses subidos a un pedestal que, con sus pajas mentales, son capaces de dejar libre a un terrorista con un montón de muertos a sus espaldas y querer meter en la cárcel a una madre por dar un bofetón a su hijo para que se levante y vaya a la escuela.

Son capaces de dejar en la calle a un violador o a un asesino por un defecto de forma, aun sabiendo que es culpable. Y son capaces de meterte a ti entre rejas si te tomas de tu mano la justicia que ellos no imparten.

La realidad en España es que los jueces no se respetan unos a otros. Se ríen unos de otros. Si uno da una sentencia en un caso, en otro caso exactamente igual otro juez diferente da una sentencia opuesta a la que dio su compañero. En este país las sentencias judiciales no siempre sientan jurisprudencia

ABOGADOS: nuestra idea actual es la de personas que defienden a quienes les paguen. No importa lo que haya hecho su defendido. Puede ser asesino, ladrón, terrorista, delincuente, estafador, etc.

La ley establece la presunción de inocencia. La misión del abogado es prepararlos y aleccionarlos para que digan y hagan lo necesario para quedar libres. El secreto está en conocer bien la ley, al juez que instruya el caso y estudiar a la parte contraria. Así podrán valerse de la ley para reírse de la justicia.

El abogado solo tiene un objetivo, conseguir que su cliente salga lo mejor parado posible.

Por supuesto en este sector también hay corrupción y muchos traspasan la línea legal pintada sobre los principios éticos que nunca se han de transgredir. De hecho, para este tipo de abogados es el único camino para conseguir un buen resultado para sus clientes. La siguiente reflexión sin pretender ser oprobiosa no puede ser obviada. No nos fiemos del aspecto impoluto de un abogado ya que la ley no se defiende mejor por llevar el pelo engominado y un traje reluciente, sino por los conocimientos que sobre ella se hayan adquirido y conservado. El abogado ha de ser fiel a los principios en los que fue formado, sin embargo, el tiempo de profesión y los caminos elegidos pueden ir menoscabando en mayor o menor grado dichos principios y por tanto modificando sus actuaciones. Así pues, fijémonos siempre en sus actuaciones y no en su imagen. De hecho, muchas veces la imagen no es más que un simple reflejo de lo que se quiere transmitir precisamente por carecer de ello.