Blackstone, a través de dos de sus gestoras inmobiliarias, Aliseda y Anticipa, se ha encargado del 45% de los activos del banco malo. Este fondo ya procedía de la época del PP, pero el PSOE continúa con la estafa iniciada por el PP y permite que se sigan cometiendo las mismas tropelías inmobiliarias. Para ello
El PSOE, a través de su ministerio de Economía, gestionado por Nadia Calviño, está vulnerando la Ley de Vivienda, donde se garantizaba que se iba a crear un parque público y se prohibía la venta de vivienda pública.
Nadia Calviño es vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Además, compatibiliza con el de presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI. Cobra salarios completos por trabajar a trozos en dos sitios.
La señora Calviño dice que no ha cedido nada de la SAREB y que simplemente está continuando con el contrato de prestación de servicios que el fondo buitre ya tenía suscrito en el pasado con el PP. Apunta incluso que el dicho contrato fue llevado a cabo siguiendo los principios de transparencia. Sabiendo lo que sabemos de semejante estafa de adjudicación, esto demuestra que PP y PSOE juegan a pelearse, pero los que mueven los hilos son otros grupos de poder.
Llaman poderosamente la atención dos cuestiones:
- La opinión de la señora Calviño choca de frente con la de la ONU, que ha acusado a este fondo de “contribuir a la crisis inmobiliaria global”, poniendo en evidencia prácticas como “inflado de alquileres” y “desahucios agresivos”, según publicó The Guardian en 2019.
- En febrero de este año, la SAREB cedía la gestión de su activo inmobiliario a Blackstone e Hipoges, finiquitando su compromiso previo adquirido con el fondo Cerberus, que es el que había colocado al hijo de Aznar y a un íntimo amigo de éste para conseguir dicha adjudicación. Entérate del chanchullo pinchando aquí .
Blackstone, a través de su entramado de sociedades (Socimis, Testa, Fidere, Albirana o los servicers Anticipa y Aliseda) gestiona miles de viviendas en alquiler, entre ellas, los 1.860 pisos protegidos de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS) con los que mercadeó la Alcaldía de Ana Botella para colocar a su hijo como consejero en Cerberus, filial de Blackstone. Delito que quedó impune, gracias a la colaboración de dos magistrados colocados por el PP.
Sin embargo, no se dedica solo al sector inmobiliario. Ha desarrollado más tentáculos, uno de ellos en el juego. Es dueño de Cirsa, una de las mayores multinacionales del juego en España, que gestiona a través de una maraña de sociedades desde distintos paraísos fiscales.
El fondo blackstone tiene multitud de contactos políticos y aledaños. Eduard Mendiluce fue el consejero de Catalunya Caixa, una caja con participación pública, en tiempos del socialista José Montilla en el Gobierno de la Generalitat. En esos años el presidente de la caja catalana era el mismísimo Narcís Serra, otro punto filipino, vicepresidente con Felipe González, que terminó imputado, al igual que toda la directiva de Catalunya Caixa, por irregularidades en la crisis de la entidad.
Resulta que Mendiluce fue uno de los encargados de gestionar la ruina de la caja y la venta de la división inmobiliaria de Catalunya Caixa, que él dirigía.
¿Adivina quién se quedó en 2014 con la gestión de los activos y préstamos inmobiliarios de esta antigua caja de ahorros y los que esta traspasó a la Sareb?
Has acertado, Blackstone, a través de su filial Anticipa. Ese año, el fondo compró Catalunya Caixa Inmobiliaria por solo 40 millones de euros. Con esta operación, Blackstone se apropió de una cartera de 40.000 viviendas “problemáticas” valoradas entonces en 9.000 millones de euros.
PAGÓ 1000 € POR CADA VIVIENDA. Y digo yo, si la SAREB hubiera sacado a oferta las 40000 viviendas a un precio de, ya no 1.000 €, sino 10.000 €. ¿Cuánto crees que habrían durado las viviendas sin vender? En menos de 1 hora la SAREB habría ingresado 400 millones de € y habría 40.000 familias con vivienda, entre ellas las que más tarde desahuciarían con la subida de alquileres.
Después de tan maravillosa jugada, el sinvergüenza de Mendiluce, nunca juzgado por ello, fue fichado por el fondo como consejero delegado de Anticipa y Aliseda.
Mendiluce pasó de vender los pisos a desahuciar a los que vivían en ellos, primero con Catalunya Caixa y luego con Blackstone”. Este impresentable que dice que España es el único país donde se protege la ocupación ilegal.
Es cierto, estamos de acuerdo en que España protege la ocupación ilegal, pero lo que no menciona Mendiluce es que España es el paraíso de los sinvergüenzas delincuentes que, tienen carta blanca para realizar operaciones totalmente lesivas para los intereses económicos del Estado, beneficiando a empresas privadas para sacar tajada económica, bien directamente con comisiones millonarias, o a través de puestos con bondades económicas muy jugosas. Para continuar con la partida, Blackstone se alía con el banco Santander, hipotéticamente para reformar viviendas, pero realmente para captar recursos de los fondos europeos Next Generation. Para llevar a cabo su objetivo, se parapetan detrás de otra empresa creada a tal fin, EFFIC. Se trata de una nueva línea de negocio para ejercer como agente rehabilitador. Dicho de otro modo, como intermediario para hacer caja con las ayudas europeas con la excusa de la eficiencia energética. Blackstone y Santander ya eran socios en otra sociedad, Quasar, propietaria de los activos tóxicos del banco Popular