A los políticos no les interesa la unión de la sociedad y nos manejan enfrentándonos entre nosotros. Nos han esclavizado de tal manera que nos hemos resignado a aceptar sus estafas y la pamema judicial. Nos desahogamos en lugares de ocio, en el trabajo e incluso a veces chillando a las personas que queremos. Nos hemos rendido y pensamos que es imposible cambiarlo.
La principal preocupación de los políticos es desmembrar España con tropecientos idiomas y fronteras interiores. Poner cortapisas entre españoles de diferentes provincias y comunidades. Provocar el enfrentamiento interno para que no pensemos en la causa de nuestra desdicha. Nuestra pobreza social es debida a LOS VIVIDORES QUE TIENEN POR ABRIGO LA LEY, POR PARAGUAS LA JUSTICIA, POR ASIENTO NUESTRO DINERO, POR FELPUDO NUESTRA DIGNIDAD Y POR ORINAL NUESTRA VOLUNTAD.
La división social favorece y potencia el parasitismo político
Tenemos 17 países con 17 estructuras políticas, por eso hay tanto parásito. Las autonomías políticas solo tienen 2 objetivos prioritarios: dar cobijo a un montón de cargos institucionales y fomentar la división social haciéndonos creer que el déficit de cada comunidad es debido al resto de comunidades. Los nacionalismos políticos son un cáncer a erradicar si queremos sobrevivir y prosperar como nación. Sin embargo, no se fomenta lo más importante, la integración y recuperación de la memoria histórica y cultural de cada comunidad geográfica.
Los partidos emergentes han hecho plofff antes de empezar. Han demostrado que han llegado para beneficiarse como los que ya teníamos. No han venido para cambiar nada. Los sindicatos tienen la boca llena, tanto que en Andalucía se les ha caído la comida al suelo. Pasa lo mismo en todas las comunidades, provincias y localidades pero nadie audita. Perdón, auditar se audita aunque poniendo de auditores a coleguitas o empresas amigas.