Estos son algunos de nuestros objetivos. Si quieres conocerlos todos, entra en estatutos PHE.
- Desaparición de las autonomías políticas entendidas como diferentes países. Esto conlleva la supresión en la duplicidad de organismos públicos, ya que esta aberración estructural no agiliza la solución de los trámites de la ciudadanía, al contrario, los ralentiza y paraliza.
- Organigrama político nacional y provincial coherente en cuanto a puestos y salarios. Un político por cada 2.000 habitantes. Por cada veinte políticos de índole local existirá un gestor de carácter provincial que supervisará y gestionará el trabajo de sus veinte colaboradores. Por cada diez políticos de carácter provincial, existirá uno de carácter nacional que supervisará y gestionará el trabajo de sus diez colaboradores.
- El salario del político ha de estar regulado por ley y ligado al salario mínimo interprofesional, es decir, el sueldo de un político no deberá ser superior a un número de veces el SMI. A su vez, dicha relación será decreciente en el rango desde político nacional a local.
- Desaparición de los cargos públicos. Existen funcionarios de sobra para realizar dicho cometido y con mayor eficiencia. Caso de ser necesaria la contratación de personal, se realizará mediante oposiciones a cada plaza concreta.
- Eliminación de la inmunidad parlamentaria. Es lo más aberrante judicialmente hablando. Permite el robo sin respuesta judicial. Este tipo de cláusulas son las que convierten la política en una cochiquera.
- Reforma de la ley electoral. No se pueden gestionar unas elecciones generales con los mismos criterios que unas municipales. Es inadmisible que los grandes partidos presuman de democráticos ante la opinión pública, pero sigan aprovechándose de decisiones dictatoriales. En unas elecciones generales no se pueden despreciar los votos que un partido tenga esparcidos por la geografía española, sólo por el hecho de que no lleguen a un mínimo por circunscripción. Se trata de elecciones generales y, por tanto, han de sumarse todos los votantes de cada rincón de España. Cada persona importa, cada voto importa.
- Supresión del senado. Es un órgano que no aporta valor, al contrario, independientemente de las funciones para las que fue creado, es obvio que su único objetivo es intentar colar gazapos en leyes y decretos, para ver si pasan desapercibidos y son aprobados en el Congreso.
Estamos hablando de un órgano superfluo que alberga a 265 senador@s con unos sueldos estratosféricos. Por supuesto también gozan de prebendas visibles, a la vez que de otras ocultas que no constan sobre el papel, pero de las que se benefician y que tenemos que pagar el resto de los españoles.
- Supresión del Consejo de Estado. Es un órgano consultivo cuya función teórica es emitir dictámenes sobre las consultas planteadas por el Gobierno. Sin embargo, no son vinculantes. Realmente sirve como cobijo para ex polític@s, además de medio de devolución de favores. Así tendrá integrados algunos juristas y demás personajes que a lo largo de su carrera profesional o en etapas puntuales ejercieron su poder profesional para favorecer a algún partido político.
El Consejo de Estado consta de 140 miembros, también con salarios galácticos. En realidad, los salarios de cualquier polític@ o ex polític@ corrupto son muchísimo mayores de lo que podamos imaginar. No asumen responsabilidades, ni horarios, ni jornada laboral mínima, ni objetivos. Su trabajo carece de sentido desde el punto de vista laboral y pernicioso desde el punto de vista económico y fiscal. Si lees las obligaciones genéricas de un trabajador e intentas extrapolarlas al político o expolítico, comprobarás que nada de ello se cumple.
- Reforma del Tribunal de Cuentas para que los futuros integrantes sean dotados de la independencia y autoridad necesarias para llevar a cabo sus funciones. Este órgano de control se ha gestionado desde su creación como una empresa familiar. Con el paso de los años se han ido programando de antemano las futuras contrataciones, todas ellas afines a los intereses partidistas, ya sean familiares o amigos.
- Control exhaustivo de la gestión y distribución coherente de los medios necesarios para que cada político desarrolle su trabajo (supresión del 90 % de los coches oficiales, liberación de la mayoría de los edificios alquilados completamente infrautilizados, supresión de muchas embajadas especialmente todas aquellas que representen a una autonomía en particular).
- Eliminación de prebendas y pensiones vitalicias. Por otro lado, las dietas han de ser coherentes. Toda cantidad que sobrepase la dieta será asumida por la persona en cuestión. Tendrán que pagar el transporte público y privado. Si sus señorías quieren comer en restaurante de 5 tenedores e invitar a amistades, lo siento, pero yo no estoy dispuesto a pagar la invitación. Los menús del día de los restaurantes son, por lo general, de gran calidad.
- Beneficios políticos exclusivos de la vida política. En el momento que un político cese en su cargo, quedarán rescindidos todos los beneficios que por dicho cargo poseyera, desde el coche oficial hasta el móvil. El salario también irá ligado en tiempo y forma al cargo ocupado, por lo que en el momento que se deja un cargo político o público también se dejará de cobrar por dicho cargo.
- La prestación por desempleo de todo trabajador volverá a estar ligada al SMI y no al IPREM.
ESPAÑA PODRÍA SER UN PAÍS RICO SI EL DINERO GENERADO EN SUS DISTINTAS ETAPAS DE DESARROLLO (INGRESO EN LA CEE, EXPLOSIÓN URBANÍSITCA, CREACIÓN DE EMPRESAS, SUBVENCIONES Y AYUDAS) SE HUBIERA EMPLEADO HONESTAMENTE EN VEZ DE HABER SIDO ROBADO POR EL SISTEMA POLÍTICO CORRUPTO.Del mismo modo que en una guerra llaman daños colaterales al asesinato de civiles, insisten en LLAMAR CRISIS A LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE ESTAFAS MONUMENTALES.